Decidido
el nombre de la Hermandad, era obvio que el Paso titular de la misma fuese
el que representase la Última Cena de Jesucristo. En 1963 empiezan
las negociaciones con los talleres Santarrufina en Madrid (también
se contactó con talleres de Olot) donde se encargan 13 figuras de
madera de pino curadas todas talladas, obra de los escultores Juan de Ávalos,
Ortega Bru y Vicente Salvador por importe de 183.000.-pesetas, además
se adquiere también el Trono por un importe de 81.000.-pesetas,
todo ello a pagar en plazos trimestrales. El Trono y las imágenes
irían sobre un viejo chasis de camión habilitado al efecto
el cual sería adquirido en Alicante. También se encarga
todo el material necesario para el desfile procesional y las telas necesarias
para la confección de los trajes de Nazareno; incluso el Estandarte,
bordado en raso de primera calidad con forro muaré y fleco glasé
con cordonajes de seda y oro, se realizó en los talleres Santarrufina.
Este Estandarte sería sustituido en 1997 por otro confeccionado
por la familia Carrión-López debido al deterioro del primero
y a las modificaciones efectuadas sobre todo, con la inclusión del
Toysón de Oro en el escudo. Todo esto, más el importe de
las figuras ascendió a la cantidad de 376.230 pesetas. Cantidad
importante en aquella época y que nos hace reflexionar sobre el
esfuerzo tan ímprobo que se efectuó.
Paso de La Cena
tal y como salió el 7 de abril de 1962
Las imágenes
llegaron a Alicante en un camión desde Madrid el sábado 6
de abril para salir en procesión el día siguiente. Ese mismo
día es bendecido y montado en un simple trono de 4,5x 3,5m. y 80cm.
de alto al que se le añadió luz artificial y se colocó
sobre un chasis con ruedas. Como podemos ver en la fotografía inferior,
el arreglo de la mesa era muy pobre; ni vajilla ni frutas y hortalizas,
apenas un pan, un cesto, dos jarras y un cáliz.
Paso de La Cena tal y como salió el
7 de abril de 1962
A las
20:30 hh. del día 7 de abril de 1963 y, saliendo del patio del colegio,
Alicante vería de nuevo, desde 1880, desfilar por sus calles al
Paso de la Santa Cena. El primer recorrido oficial de la Procesión
fue el siguiente: Tucumán, San J. Bosco, Gral. Marvá, Quintana,
Mercado, Calderón, Alfonso el Sabio, Rambla, Tte. Coronel Chápuli,
Gerona, Castaños, Pascual Pérez, Ángel Lozano, Alfonso
el Sabio, Luceros, Gral. Mola y Tucumán. Encabezaba la procesión
la Cruz Guía seguida de unos encapuchados con antorchas; tras ellos
unos niños y el estandarte de la Hermandad. A continuación
filas de penitentes, el Paso, dos bandas de música y finalmente
dos presidencias: una con la Junta de Gobierno y el Sindicato Provincial
de Hostelería (durante años, encargado de suministrar de
manera altruista el cordero pascual para el Paso, gracias a las gestiones
realizadas por D. Fernando Flores) y otra eclesiástica.
El
paso de la Cena en los años 60 y 70
El
Paso en los años 80 y 90
Durante años la
Hermandad realizó dicho recorrido con pequeñas variaciones,
bien terminando en la propia sede de la Hermandad, en la Parroquia de María
Auxiliadora, bien terminando en el Ayuntamiento.
De 1975 a 1989, la Hermandad realizaba su
Estación de Penitencia junto a otras dos Hermandades: la Hermandad
del Perdón y la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra
Sra. de la Esperanza debido a que éstas no disponían por
entonces de una Parroquia que les acogiese. La Procesión era
espectacular: cientos de nazarenos, siete pasos e infinidad de manolas
formaban la procesión más larga que se podía ver en
Alicante. Fueron años duros, complicados, sobre todo el final de
los 80, cuando en Alicante el peso de las Hermandades y Cofradías
era llevado por unos pocos, años en que el número de cofrades
era escaso, hasta principios de los 90 que como sabemos, la Semana Santa
alicantina vio un nuevo resurgir motivado sobre todo por la incorporación
de los jóvenes. Como no, la Cena, ligada a los Salesianos y relacionada
siempre con el ambiente juvenil fue la que mejor notó ese incremento.
En la instantánea de la izquierda
vemos la cabeza de la procesión en los años 60. La cruz guía
que se observa aún se guarda en las dependencias de la Hermandad
Nada o poco tiene que ver la presentación
del Paso de los años 60 a la que hay en nuestros días. Las
flores de plástico fueron sustituidas por naturales al igual que
la vajilla sustituida por una de cristal de bohemia y el cáliz:
este fue sustituido por una réplica del Santo Grial que se encuentra
en la Catedral de Valencia y que es el que normalmente suele llevar la
imagen del Cristo en la Procesión del Jueves Santo.
Debido
a las dimensiones del Paso y al número de figuras que lo componían,
se necesitaba de alguien que se encargara de su mantenimiento durante todo
el año; por esto se acordó nombrar a la Sra. Dolores López
Escribano, Camarera Mayor del Trono de la Santa Cena en abril de 1972,
la cual donó un juego completo de 12 cuencos de latón pulido,
un cáliz, un mantel bordado para la mesa y una moqueta roja. También
se le añadiría un jarrón de pico y la jofaina, símbolo
de la humildad (recordemos el hecho de lavar los pies a los discípulos,
cometido reservado a los esclavos.) Más tarde la Junta de
Gobierno aportó 2 jarrones de latón para completar el servicio.
Aún hoy en día, Lolita junto con la inestimable ayuda de
D. José P. Carrión y D. Sergio Guijarro –Prioste del Paso-
sigue adornando la mesa del Paso con un cariño y esmero inigualable:
la disposición de las frutas naturales en diversas canastillas,
el pan y las toñas que son donadas por la panadería Galvañ
desde los años 60, frutos de la huerta como habas y lechugas
e infinidad de detalles que logran que sea único en España
para, una vez finalizada la procesión, donar todo lo dispuesto en
la mesa a una entidad benéfica.
Tras la primera salida procesional, el Paso tuvo que guardarse en un almacén
del Colegio hasta el año 68 en el que se guardó en la propia
Iglesia puesto que se abrió una puerta con salida a la calle Tucumán
donde por fin, podría ser contemplado y venerado el Paso todo el
año. Debido a los ir y venires de las figuras durante varios años
motivado por el montaje y desmontaje, las mismas sufrieron desperfectos
de consideración. El propio D. José Santarrufina fue el encargado
de la restauración en cuanto era llamado por la Hermandad;
echo que motivó, junto a las facilidades que dio para el pago del
Paso, que la Junta de Gobierno en fecha 4 de enero de 1968 lo nombrase
Hermano Mayor Honorario.
En el verano del año 93 y, debido a las obras de restauración
de la Iglesia se decidió tapiar dicha puerta de salida del Paso
y hacer una más pequeña sólo para el acceso de los
feligreses. Justo al lado de la puerta se hizo una capilla donde
irían las trece imágenes y una mesa protegidas por una reja,
mientras que el Trono se guardaría en un almacén en el patio.
Ese
mismo año, debido a que las imágenes tenían que salir
de la Iglesia por la restauración de la misma, se aprovechó
para restaurar de nuevo todas las figuras bajo la dirección de D.
José P. Carrión y un grupo de costaleros del Cristo de la
Caída; las figuras se llevaron a una planta baja propiedad de D.
Emilio Coloma. Planta baja situada en la calle Díaz Moreu, antigua
calle de La Cena. Ciento catorce años después, el paso
de la Santa Cena volvía al barrio de donde surgió. Esta no
fue la única restauración ya que años antes, en mayo
del 85 D. José Carrión y D. Juan J.Aracil restauraron por
completo las 13 figuras.
En la fotografía
aparece el equipo que restauró en el 93 la imágenes: Antonio, Emilio, Pepe y Rafael Sellers
La disposición
de las imágenes sigue el modelo tradicional de cómo realmente
pudieron estar colocados: Juan a la derecha de Jesús y Judas Iscariote,
con la bolsa de monedas a la izquierda. Alrededor, el resto de discípulos
que expectantes atienden las palabras del Maestro. La mayoría de
las veces Juan aparece imberbe, rasgo facial denotando ternura, y así
fue tallada esta escultura, pero la Junta de Gobierno estimó en
1992, que la cabeza quedaba muy amanerada al resaltar un cuello demasiado
sobresaliente y por tanto se corrigió añadiendo una recortada
barba.
La posición de las figuras
en el Paso difiere de la que tenía en 1883, año en el que
por primera vez sale con la Cofradía de los Californios en Cartagena:
Jesús en el centro y a su izquierda Felipe, Santiago el Menor, Bartolomé,
Judas Tadeo, Tomás y Pedro y a su derecha Juan, Judas Iscariote,
Mateo, Andrés y Santiago el Mayor.
El Trono que sustentaba
las imágenes, obra de los talleres Santarrufina, era de madera al
que se le añadiría pan de oro, teniendo en cada uno de sus
lados los escudos e insignias de la Hermandad, de Alicante, de la Congregación
Salesiana y de los Antiguos Alumnos, todo ello sustentado por un chasis
con ruedas para que de esta forma pudiese ser empujado con pocas personas
desde su interior. Ni que decir tiene que era un sueño anhelado
por todos, que un día la Santa Cena pudiera ser llevado por costaleros.
Jueves Santo de 1998. El Paso de
la Santa Cena sale por primera vez en su historia con costaleros
Hasta el momento
tres han sido los capataces del Paso: siendo el primero D. Antonio García
Aparicio, para seguir con D. Juan J. Aracil Ocaña, siendo actualmente
capataz D. Alejandro Cánovas Lillo. Con éste último
fue con quien se fraguó la idea de por fin, estudiar la posibilidad
real de hacer un nuevo paso. De esta manera y, tras los estudios pertinentes,
en 1996 se encargan los varales a una empresa italiana. Un año más
tarde, en julio de 1997 se encarga la estructura del nuevo Trono
en Málaga, a donde acudió una representación de la
Hermandad para ver in situ Pasos de dimensiones considerables, ya que en
esta ciudad los Pasos son de estas características.
Cinco
meses más tarde, en diciembre, se firma con Orfebrería Sevillana
la nueva Canastilla o Trono que estaría hecha en plata repujada.
Por fin, en la Semana Santa de 1998 el sueño de muchos alicantinos
vería la luz: el nuevo Paso saldría por las calles alicantinas
llevado por 208 costaleros con unas dimensiones de 11x34x4,60 y pesando
unos 2500 Kg.
Momento en el que se corona la
imagen del Cristo de la Cena
La talla del
Cristo es sobria y majestuosa, portando en la cabeza una tela (Tefelín)
traída ex profeso de Israel y tres potencias de plata dorada que
fueron regaladas, junto a la medalla de plata, por la Hermandad de la Sagrada
Cena de Sevilla con motivo del acto de hermanamiento que tuvo lugar en
1992 en la ciudad de Alicante, acto que coincidió con el XXX aniversario
de la Hermandad en su segunda etapa. El 16 de abril de 1992, el Cristo
de la Cena era coronado la misma tarde de la Procesión con las potencias
regaladas por la Hermandad de la Cena de Sevilla por D. José Lafuente,
Director de la Casa Salesiana.